¿Cómo romper un huevo?

Lo obvio para cualquiera puede ocasionar desastres para quien es un zopenco en la cocina (como en nuestro caso, cuando sacamos las fotos para este artículo).

Si los huevos se van a usar crudos en alguna preparación, es muy importante pasteurizarlos previamente (ver técnica acá), para eliminar cualquier peligro para la salud.



1. Sostener el huevo con una sola mano.

 

2. Golpear el huevo (aproximadamente a la mitad entre sus dos "polos") contra el borde de una mesa, un bowl o una taza, o bien contra una superficie plana.
Aunque la foto muestre lo contrario, no se debe romper contra el borde del recipiente que se usará para preparar comida, ya que los huevos pueden tener bacterias y suciedad por fuera, que podría caer en el recipiente y contaminar nuestra comida.

• El golpe debe ser suave de manera de no desparramar el huevo por todas partes.
• No sirve hacer pequeños golpecitos suaves hasta lograr un agujero en la cáscara, ya que esto provoca que caigan pequeños trocitos de cáscara dentro del huevo.
• Se debe provocar una pequeña rotura en la cáscara.

3. Sostener el huevo con ambas manos (algunos lo hacen con una sola, pero eso lo dejamos para los profesionales) con la rotura hacia abajo, sobre el recipiente donde se vaya a verter el contenido.

 
Si no sabemos si el huevo está en buenas o malas condiciones (ver acá cómo verificarlo antes de romperlo) conviene verter el contenido por separado antes de agregar a alguna preparación. De esta manera podremos olerlo y nuestra nariz nos dirá si está apto para consumir (el olor a huevo podrido lo detecta cualquiera, zopenco o no).


4. Separar suavemente las dos mitades de la cáscara para dejar caer el contenido del huevo.

Separar la clara de la yema: se realiza en este paso. Como la clara tiene una consistencia más viscosa, caerá antes que la yema. Si las dos mitades del huevo se separan lentamente, será posible dejar caer sólo la clara, conservando la yema dentro de la cáscara, para verterla en otro recipiente.